"El que no sabe llevar su
contabilidad
Por espacio de tres mil años
Se queda como un ignorante en la
oscuridad
Y sólo vive al día."
Goethe.
La
pregunta ¿Quién soy? Puede, o quizá debe, llevarnos por caminos que no
pensábamos relacionados a nosotros.
Saber porqué pienso como pienso, actúo
como lo hago, prefiero determinadas cosas y aborrezco otras me lleva,
ineludiblemente a indagar en las profundidades de nuestras culturas y de
nuestras formas de pensar, ya que lo que hoy soy y somos no es mera
casualidad, ni una consecuencia directa de sucesos pasados en un tiempo
corto a esta parte.
El aprehendernos a nosotros mismos es una tarea
inagotable que se modifica y profundiza a medida que nos adentramos en
distintos aspectos de nuestra cultura, de las formas de pensar que fueron
surgiendo y desarrollándose a lo largo de, al menos, tres mil años. Es así
que desconocer esta historia nos lleva inevitablemente a desconocernos, a
ignorar quiénes somos, y, por lo tanto, nuestro vivir se resume en un
subsistir, se pierde la capacidad de asombro, de redescubrir lo que ya
conocemos, de indagar en lo establecido para así desvelar quiénes somos,
porqué somos lo que somos y qué se puede esperar de nosotros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario